MI VIDA CON EL ALCOHOL

MI VIDA CON EL ALCOHOL

Hola mi nombre es Antonio Cruz Godifredo y os voy a contar lo que fue mi vida con el alcohol que casi acaba con mi vida y destruyo todo mi entorno.

Todo comenzó cuando mi padre cayó enfermo con cuarenta años y falleció con cuarenta y cinco dejando en este mundo seis hijos y una esposa siete bocas para alimentar, mis dos hermanos mayores dejaron sus estudios para ponerse a trabajar uno como botones y el otro aprendiz de imprenta el mayor con doce  años y el otro diez yo tenía ocho y trabajaba en casa pegando boletos de los que después se vendían en los bares pasaba entre diez y doce horas sentado en una camilla solo me levantaba para ir a buscar alimentos que nos proporcionaban desde auxilio social, un colegio de monjas y un centro llamado la casa de la madre, donde acudía a diferentes horas con mi bolso y mi perola, a todo esto como podéis intuir del  colegio nada fui muy poco y lo de jugar para mí no existía.

Transcurrido un tiempo a los diez años empecé a trabajar en una frutería para llevar pedidos a las clientas las cuales me daban propinas con las que comencé mis primeros pasos con el alcohol y el tabaco, a los pocos meses me fui a trabajar con una cuadrilla de pintores ganaba mucho más y me daban más propinas porque el sueldo era para casa, los fines de semana con mis amigos comprábamos tabaco y bebíamos cerveza con vino dulce se llamaba bebi.

Después de unos meses encontré otro empleo era un taller de platería donde se hacían cubiertos de plata hay ganaba bastante más pero no tenía propinas así es que tenía una paga los domingos con la cual seguía con lo mismo, una vez cumplidos los trece años mi vida pego un cambio brutal pues marche a Benidorm tarde en encontrar trabajo pues no era la época fueron tres días me sacaban bocadillos los camareros de los hoteles hasta que por fin me contrataron en el hotel los pelicanos, una vez con un buen sueldo y muchas propinas empezó mi calvario con el alcohol era casi todos los días terminaba el servicio de la cena iba al apartamento una ducha y a la discoteca donde era muy fácil embriagarse pues pagabas la entrada y tenías barra libre toda la noche únicamente no tenías que soltar el vaso ósea que todos los días subía al apartamento ebrio.

En esta etapa fueron cerca de cinco años en Benidorm, después marche a Madrid a la plaza mayor a una cervecería y después a una marisquería donde el alcohol no me faltaba nunca, me llevaba las botellas de licor para casa mi dependencia ya Hera muy alta, hasta estar seis horas encerrado en el servicio de un bar por la ingesta de anís, después de Madrid vino salamanca en un bingo donde un compañero y yo bebíamos una botella de whisky diaria antes de terminar la jornada después seguíamos fuera del trabajo hasta altas horas de la madrugada mi estado empezaba a ser deplorable pero aun empeoro cuando marche al servicio militar, en un permiso deje a mi novia embaraza casándome enseguida y faltándome mucha mili todavía lo que me hacía beber muchísimo.

Cuando nació mi hijo aun me quedaban un par de meses en el viaje para conocer a mi hijo lo hice tumbado en medio del pasillo del tren, terminado el servicio militar comencé a trabajar en la construcción encofrador en aquel tiempo el alcohol estaba conmigo desde las primeras horas de la mañana antes de comenzar a trabajar un par de copas al bocadillo, vino después de comer otro par de copas o tres y al terminar la jornada de chateo con los compañeros el resultado llegar todos los días a casa con una gran carga de alcohol que se traducía en riñas por llegar en esas condiciones y por el gasto diario que suponía pues también era fumador lo que suponía un dineral que hacía mucha falta en casa y que yo no era consciente de como lo derrochaba.

Gracias a mi esposa pude entrar a trabajar en el servicio de limpieza de salamanca donde ejercí como barrendero dos años y otros diez como capataz mi labor como tal consistía en controlar noventa operarios y los vehículos de limpieza que se utilizaban los sábados, domingos, lunes y festivos y eran los festivos cuando empalmaba la jornada de mañana con la de tarde pues no había más capataces por aquel entonces yo tomaba un antidepresivo que mezclaba con la ingesta de alcohol,  siendo esta mezcla un explosivo lo que suponía que al llegar a casa me desplomase pues a más alcohol yo tomaba más tranquilizantes.

Mi esposa ya me había dado varios toques pues era insoportable y mis hijos me tenían miedo porque perdía todos los papeles y me ponía muy agresivo, así llego la boda de mi hija mi esposa me suplico que no bebiese para no liarla y así lo hice un par de semanas antes pero el día de la boda mi cerebro pudo más que yo y bebi hasta estropearle la boda.

 Fue ahí cuando mi esposa no aguanto más y fue motivo de mi separación al principio no le daba la importancia que tenía el haberme quedado solo, pues ahora era libre para beber todo lo que quisiera y así lo hacia todos los días llegando los avisos de la empresa de despido que ocurrió no tardando, así que ahora estaba solo, pues mis hijos no podían verme así cada vez que iba a visitarlos y mi familia tampoco (lógico).

Así que mi vida transcurría metido en casa pidiendo garrafas de vino a la bodega que me llevaban a casa todas las semanas unos treinta litros que alguna semana no eran suficientes, mi dependencia al alcohol ya era brutal bebía hasta perder el conocimiento tal fue así que un día me desplome en el salón  y no se el tiempo que pude estar pero fueron horas cuando desperté tenía sangre en la cara y boca, me asuste un poco pero solo fue hasta que mi mente me pidió más alcohol y al día siguiente me ocurrió lo mismo en esta ocasión pude llamar a mi vecina que tenía llave de mi casa, que bajo y al verme en el suelo sin poder levantarme llamo a una ambulancia que me llevo al hospital donde me hicieron analítica dando tres miligramos de alcohol en sangre y habiendo revolucionado a toda la familia pase el día allí pero me mandaron para casa y al día siguiente ocurrió lo mismo volví al hospital.

Allí mis hijos y un hermano me buscaron ayuda siendo la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Salamanca  A.R.S.A. donde comencé mi rehabilitación con medicación y terapias los primeros meses fueron terribles pues me dolían todos los músculos, sudores y paranoillas que solo existían en mi mente pero que yo creía que si eran reales, lo que me llevaba a no dormir y empeoraba mi estado,  pero yo ahora  tenía claro que quería vivir y lo primero que hacía era tomar mi medicación a primera hora a sabiendas que no podía tocar el alcohol con ella pues podía terminar con un paro cardiaco.  

Fueron pasando los días y fui mejorando, un día en la asociación estaba un compañero colocando las sillas de la sala de terapias donde nos juntábamos cada jueves hasta setenta personas y se me ocurrió preguntarle si podía ayudarle a lo que me contesto estas en tu casa desde ese día me agarre a la asociación siendo mi gran muleta  aquí encontré una familia que tiro de mí y me arroparon dándome la oportunidad de participar en varios eventos  que me tenían ocupado todo el tiempo, pasado un tiempo me hicieron miembro de la directiva como vocal lo que me llevaba a participar mucho más en la captación de nuevos enfermos visitándolos en sus hogares y trayéndolos a la asociación para su rehabilitación cosa que me hacía sentir muy bien y que hoy doce años después como presidente de la asociación sigo haciendo con mucho cariño y plantándole cara al alcohol que tantas muertes al año causa además de ruptura de matrimonios, desestructuración de familias enteras, pérdidas de empleos, etc.

Hoy por hoy vivo con mi esposa mis hijos me llaman cuando me necesitan nos juntamos en fiestas familiares me siento útil y feliz tengo cuatro nietos con los que me lo paso genial cosa que no hice con mis hijos porque su padre nunca estuvo como tal es algo que nuca me perdonare son los daños colaterales que con la ingesta del alcohol no se ven como otras muchas cosas hasta que las pierdes y después la rehabilitación te das cuenta de lo bonito que es vivir rodeado de tus seres queridos tengo sesenta y dos años la mitad de mi vida la he vivido solo y os puedo asegurar que es muy malo quizás uno de los peores males de una persona sea la soledad por eso grito si a la vida gracias a todos los que habéis estado y estáis a mi lado seguiré aquí al pie del cañón para todos los que necesiten mis consejos y mi ayuda para salir de la lacra que es el alcoholismo.

 Un saludo Antonio

2 comentarios de “MI VIDA CON EL ALCOHOL

  1. Charo dice:

    Lo que dice este señor es cierto. Hace quince años que dejé de beber y cuando te das cuenta de la libertad que disfrutas, no tiene precio. El alcohol esclaviza

  2. Manuel dice:

    ADICCIÓN CON EL ALCOHOL B / G
    Yo empece a beber de mayor, hará unos ocho años con bebidas fuertes , en el año dos mil dieciocho al hacerme en dermatología una analítica me encontraron que tenía el hígado graso.
    Me preguntaron que si bebía yo conteste que alguna cerveza de vez en cuando, total me enviaron a la unidad de UCAI (Unidad y Consulta de Atención Inmediata, aquí me ponen un tratamiento durante veinte días, durante esos días me hacen ecografías de hígado y analíticas y al cavo de esos días me dicen que debo de ir a la Unidad de Alcohólicos Rehabilitados.
    A partir de ir a la consulta de la doctora de siquiatría en abril del año dos mil diecinueve empiezo a ir a terapia por mediación de ella.
    Yo bebía a escondidas en mi casa y tenía las bebidas escondidas en varios sitios, por lo cual en casa no se enteraban que bebía porque nunca me embriagué, pero a raíz de estar en la Unidad de UCAI ya me tenían vigilada.
    Desde ese día he estado dos años sin beber pero después de la pandemia e recaído dos veces, ahora llevo cinco meses sin beber nada y voy todos los jueves a la terapia.
    Le doy las gracias a todos los doctores que me han tratado y a todos los compañeros de la asociación, porque desde el primer día que fui a la terapia me acogieron y me han dado consejos como si fueran de mi familia.
    Espero no defraudaros a todos los compañeros.

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